¿Qué es exactamente una caries?
Te contamos todo lo que debes saber
Seguro que habéis escuchado hablar de las caries o la caries dental, uno de los problemas más frecuentes de salud bucodental. De hecho, según los expertos, la caries es el problema bucodental más común a nivel mundial. Es muy común en los más pequeños, pero también está presente en muchos adultos, aunque en realidad es un problema que se puede prevenir de una forma muy sencilla: ¡higiene bucodental!
Pero antes de ofreceros las pautas adecuadas de higiene oral, os vamos a explicar más detalladamente en qué consiste exactamente la caries dental y qué alimentos o acciones aumentan el riesgo de desarrollarla.
Todas las claves sobre la caries dental
La caries no es más que una pequeña erosión del esmalte dental, esa capa fuerte y resistente que recubre todas nuestras piezas dentales para protegerlas de las bacterias y otras amenazas externas. Una caries es un pequeño agujero en la capa de esmalte que si no se pone solución va haciéndose más grande y profundo.
Las bacterias orales son las responsables de que se produzca esta erosión y hueco en el esmalte y van penetrando dentro paulatinamente. Si se deja, las bacterias avanzan hasta llegar al interior del diente, lo que se conoce como cavidad pulpar.
En esta cavidad es donde se encuentran todos los nervios y vasos sanguíneos del diente, pues las piezas dentales no son estructuras inertes, sino que tienen sensibilidad y les llega el riego sanguíneo. Por ello, cuando tenemos una caries o nuestro esmalte dental se ha debilitado; al tomar determinados alimentos notamos un fuerte e intenso dolor en ese diente (o dientes) en concreto. Esto se debe a que la dentina ha quedado muy expuesta y cualquier cambio produce sensibilidad y dolor.
El azúcar es uno de los principales responsables de las caries, pues las bacterias que viven en nuestra boca se nutren de los azúcares y al descomponerse generan unos ácidos que disuelven y debilitan el esmalte dental; por ello siempre recomendamos evitar el exceso de azúcar, para minimizar los daños al esmalte.
Pero no solo el azúcar provoca las caries, en general una mala higiene bucodental aumenta muchísimo el riesgo de desarrollarlas, pues al no tener unos dientes y encías limpios se genera la placa bacteriana y proliferan las bacterias.
Cómo combatir la caries
La mejor forma es la prevención, y eso se tiene que llevar a cabo mediante unas buenas rutinas de higiene bucodental:
- Cepillarse los dientes al menos 2 veces al día
- Que el cepillado dure mínimo 2 minutos
- Limpiar también las encías y la lengua
- Utilizar el hilo dental
- Enjuagarse con colutorios recomendados por tu Dentista de Confianza
- Visitar con frecuencia a tu odontólogo para que compruebe que todo va bien y se anticipe a los problemas
- Cuidar la alimentación y reducir el consumo de azúcares
Una vez que la caries ha aparecido en uno o varios dientes es importante poner remedio, pues de lo contrario los daños serán más graves en el futuro. Una caries no tratada, en casos extremos, puede provocar la pérdida del diente, por ello es importante poner remedio cuanto antes.
Aquí es donde entran los conocidos empastes, cuyo término técnico es “obturación”. El empaste consiste en la retirada del tejido cariado del diente (siempre que no haya llegado a la pulpa, cuando ya haría falta una endodoncia) y ese pequeño hueco que queda rellenarlo con un material, generalmente con composite.
Una vez la cavidad está con el relleno, este se endurece con un tipo de luz especial y posteriormente se pule para que quede una superficie uniforme en todo el diente y la pieza sea completamente funcional.